A veces me
pregunto por qué te escribo,
Si las
palabras quedaran huérfanas de ojos,
Te recuerdo
en momentos clandestinos.
Con un
recuerdo sin imagen, sin voz…
Recuerdo
alegremente tus mensajes
Recuerdo
momentos pasados
Y te
recuerdo, le doy imagen al pensamiento,
Voz a lo
escrito cual si fueran notas.
Es ahí que
surge la respuesta de mi duda,
Niña de corazón
grande, de gran calidez.
Que no
existe una razón para escribirte
Y que me
alegra mucho tu bienestar.